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En la mira, las comisiones del Congreso

Si se cuentan las comisiones ordinarias, especiales y de investigación, así como los comités, entonces cada una de las cámaras federales suman entre 91 y 117 equipos interdisciplinarios (o sea más 200), que tienen como función –sólo en la  teoría, por supuesto- dividirse el trabajo del Congreso mexicano, fundamentalmente para el cumplimiento de sus dos funciones primigenias: la de hacer leyes y la de servir de contrapeso del ejercicio del poder público.

En la Cámara de Diputados hay 56 comisiones ordinarias, 46 comisiones especiales, una de investigación y cinco bicamarales y ocho comités. En total, 117.

El Senado tiene 64 ordinarias, 16 especiales, las mismas cinco bicamarales, ninguna de investigación y seis comités. En total: 91.

Siempre de acuerdo con lo mandatado en los reglamentos camarales y en la Ley Orgánica, allí se reúnen los diputados y senadores para revisar, estudiar, analizar e incluso investigar cada una de las áreas en que, a la vez, está fraccionada la administración pública federal.

Verbigracia: la Secretaría de Hacienda tiene en la Cámara de Diputados dos comisiones que le atienden sus asuntos: la de Hacienda y Crédito Público y la de Programación y Cuenta Pública. La Secretaría de Salud es atendida por las comisiones de Salud tanto de la Cámara de Diputados como de la Cámara de Senadores. Y así, sucesivamente, Congreso y Ejecutivo van empatando secretarías y comisiones.

De entre todas estas comisiones, solamente las ordinarias tienen facultades constitucionales importantes, como la de tomar decisiones reconocidas por la Constitución. Las otras no. Por eso a las ordinarias hay estudiosos del derecho parlamentario que las ven como tigres con dientes, y a las otras sin dentadura.

A los fallos o resolutivos de las especiales las tienen que avalar las ordinarias. De lo contrario, dichos resolutivos sólo quedan como meras opiniones, cosa que sucede a menudo.

Con la reforma de la Ley Orgánica del Congreso General de 1999, el número de comisiones ordinarias se redujo a 27 en la Cámara de Diputados, que entonces tenía 58; el Senado bajó a 34, luego de que tenía 64.

Conforme el paso de las legislaturas, ese número fue subiendo hasta llegar a las que actualmente una y otra tienen.

¿Por qué? Ya se ha dicho en este espacio; pero es de oportunidad decirlo otra vez a partir de que ayer, una voz del próximo partido político de la primera minoría, Morena, ha anunciado que cuando comience la 64 Legislatura el 1 de septiembre, será promovida una nueva reforma a la Ley Orgánica del Congreso General con el propósito –entre otros motivos- de reducir el número de comisiones ordinarias y especiales en las dos cámaras federales.

El ahora diputado federal electo Mario Delgado ha declarado: “La Ley del Congreso señala alrededor de 56 comisiones ordinarias y se han creado más de 46 especiales, que creo que es un exceso y tendríamos que revisar”.

Esta reducción será parte del programa de austeridad que Morena propondrá sea aplicado en las dos cámaras del Congreso. Hace unos días, el senador electo Martí Batres Guadarrama anunció que su partido, Morena, planteará una reducción presupuestal en el Senado de la República, en el presupuesto de 2019, por unos 2 mil millones de pesos; es decir, de 4900 millones, se le reduciría a 2900 millones.

A propósito de la Cámara de Diputados, la reducción no ha sido calculada todavía por quienes promoverán, sin duda, un hecho parecido, aunque ayer Mario Delgado –el  morenista que ha comenzado a sonar como posible coordinador parlamentario- ha dicho que la reducción en el número de comisiones de San Lázaro sería motivada por la austeridad a la que ha convocado el todavía con carácter de presidente virtual Andrés Manuel López Obrador.

Para el ejercicio fiscal de 2018, la Cámara de Diputados se auto asignó –recuérdese que los diputados tienen la facultad exclusiva de autorizar el presupuesto de egresos de la federación cada año- 8 mil 439 millones de pesos. En conjunto, el Congreso de la Unión -considerando los 4 mil 905 millones destinados al Senado- recibió un monto total de 13 mil 344 millones de pesos.

Si logran bajar las cantidades del presupuesto del Congreso, habrá forcejeos y mentadas de madre, sin lugar a dudas, por quienes, ahora desde la oposición (PAN, PRI, PVEM, PANl y MC), ya no podrán incidir para el control de muchas comisiones que no sólo les representaban poder político, sino también dinero a carretadas.

Las comisiones gastan discrecionalmente, es decir, sólo informan y no rinden cuentas financieras a nadie. Veremos qué condiciones nuevas habrá.

ESTRIBO

En los territorios del Congreso de la Unión ha comenzado a llamar la atención, aun con tono de alarma, el hecho de que el Instituto Nacional Electoral (INE) todavía no haya realizado la declaratoria de presidente electo en  favor de López Obrador, que el pasado 1 de julio ganó con 30 millones 47 mil votos. Y no sólo no la ha entregado a Amlo, sino que lo ataca.

Se presume en corrillos que el INE se ha subido al carro de quienes siguen considerando a López Obrador como una amenaza superlativa para el régimen, que durante casi una centuria estuvo bajo el sello del PRI, y durante las últimas tres décadas también por el PAN, aliado al primero escandalosamente a partir de 1988.

Si la Comisión Permanente, que sesionará hoy, tuviera la libertad para construir órdenes del día teniendo como prioridad los acontecimientos políticos más importantes en curso, entonces este tema de la tremenda tardanza de la entrega del reconocimiento de presidente electo sería tema principal.

Redaccion Diario de Palenque

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