Proyecto acuífero descubre megafauna de la Edad del Hielo
Integrantes del proyecto Gran Acuífero Maya GAM descubrieron diversos depósitos con restos de mega fauna, entre ellos los neurocráneos de un par de osos de la Edad del Hielo, los cuales se encontraban en una cueva inundada en Quintana Roo.
De acuerdo con el Instituto Nacional de Antropología e Historia (INAH), los restos se encontraban en las profundidades de una galería que alcanza los 100 metros de altura, la cual es considerada la segunda más profunda, luego de “El Foso” que sobrepasa los 120 metros.
La exploración estuvo a cargo de Robert Schmittner y el arqueólogo Guillermo de Anda Alanis, director del GAM, proyecto que durante su primer semestre de investigación abarcó un trayecto de 50 kilómetros en las zonas de Muyil, Tulum y Chumpón.
De Anda, quien además es explorador de National Geographic Society, recordó que luego de descender unos 60 metros por esta galería, observaron estalagmitas que alcanzan los 30 metros de altura, lo cual hace referencia a la evolución milenaria de este espacio.
Esta gran cueva, además de ser muy valiosa para la investigación desde el punto de vista hidrogeológico, posee una riqueza arqueológica única, documentamos la presencia de distintas especies de fauna extinta”, señaló el explorador.
Destacó la relevancia de encontrar un par de neocráneos, cubierta ósea que protege el encéfalo de lo que podrían ser ejemplares de alguna especie de oso del Pleistoceno, del género Arctotherium.
Luego de realizar la comparación de los hallazgos con la morfología de cinco ejemplares de osos de la Edad del Hielo, Guillermo de Anda indicó que los dos cráneos se sumarían a una muestra de siete osos del periodo Pleistoceno, registrados en dicho proyecto.
Además, el Instituto informó que durante la investigación se localizaron más de 100 huesos largos, de los cuales aún se desconocen las especies, por lo que el equipo intensificará su trabajo.
Cabe señalar que el hallazgo se suma al descubrimiento de “Naia”, el esqueleto de una mujer, además del cráneo humano que data de 10 mil años, y una mandíbula de gonfoterio casi completa.