Presidente de Nicaragua busca reelegirse el domingo
Se trata del ícono del sandinismo, Daniel Ortega, movimiento nacionalista que nació en la década de los 20.
En 1961, el Frente Sandinista de Liberación Nacional se constituyó como partido político.
Como en otras naciones de América Latina, el autoritaritarismo, desigualdad social y analfabetismo fueron el detonante de una lucha armada.
En Nicaragua, el objetivo era derrotar a la dictadura de la familia Somoza que duró 47 años.
Teníamos ya 13 años, 14 años, cuando mi padre nos llevaba a las marchas antisomocistas en los años 59, 60, que empezaron las protestas”, destacó Ortega.
La lucha se inició en 1974 y duró cinco años. El dictador Anastasio Somoza huyó del país.
En 1984, luego de unas elecciones en las que obtuvo el 63% de votos, el líder revolucionario, Daniel Ortega, llegó al poder.
Pero en cinco años, su figura se debilitó y en nuevos comicios, Ortega perdió ante Violeta Barrios de Chamorro, la primera mujer presidente de latinoamericana.
Daniel Ortega regresó por su segundo mandato hace casi una década y ha dado señales de que no quiere dejar la presidencia a pesar de las críticas. Parece haber olvidado que luchó contra perpetuar el poder.
Ahora, con 70 años, las encuestas le favorecen. Tiene alrededor de 70% de las preferencias, podemos decir que la oposición es nula. En el Congreso no existen diputados contrarios a su gobierno porque fueron destituidos.
De hecho, hay cinco candidatos presidenciales más que, en total, no suman ni 13% de la intención de voto.
Contra Daniel Ortega hay acusaciones de que protege al narcotráfico, ineficacia, farsa electoral y de crear una dinastía porque su compañera de fórmula es su esposa, Rosario Murillo.
No se separan nunca. Es su asesora, polémica y poderosa. Empezó como asistente personal, luego fue primera ministra, jefa de gabinete, encargada de exteriores, primera dama y ahora hay quien dice que será co-presidente.
Pedirle a Dios que nos favorezca con la continuidad de este proyecto de bien común. De buen corazón de buena esperanza”, comentó Murillo.
