Seguiremos luchando
En entrevista para la Primera Emisión, Omar García, normalista sobreviviente de los acontecimientos de Iguala de hace tres meses, indicó que las garantías de seguridad y no represalia ante sus protestas no han sido respetadas, que han estado rodeados de una gran presencia policial y el Estado ha ejercido sus prácticas represivas donde siempre hay gente encubierta en las marchas.
Sin embargo, aseguró que los padres de los estudiantes desaparecidos, los compañeros y quienes los apoyan y acompañan están dispuestos a continuar, “no nos interesa cuántos policías nos manden, ni nos asustan con 100 o 200, mucho menos si vienen borrachos o drogados”.
Igualmente declaró que a pesar de ser evidente la implicación de policías municipales, federales y el Ejército, pareciera que nadie lo ve, nadie lo escucha, sobre todo las autoridades.
Ante las acciones emprendidas por los diversos órdenes de gobierno, el estudiante indicó que no es suficiente porque mucha gente piensa que esto es un movimiento para negociar como si se estuviera luchando por una plaza, por matrículas para escuelas o mejoras salariales.
“Esto es totalmente distinto por eso no podemos quedar satisfechos ante un resultado que no ha dado pruebas que satisfagan el reclamo de los 43 familiares”.
Asimismo señaló que los reportes de ventas de armas de origen europeo en Guerrero significan que al gobierno le vale “un comino” lo que la gente piense y las circunstancias sociales.
El normalista informó que en 2011 dos de sus compañeros recibieron impactos de bala también con armas alemanas y desde aquel momento se reclamó que México dejara de comercializar armamento con Alemania, sobre todo en zonas de conflicto.
“No solamente se repite la masacre y el asesinato extra judicial, sino se repite que mismas armas hayan sido accionadas para matar a nuestros compañeros”.
Por otro lado opinó que el hecho de que los normalistas hayan sido monitoreados, como lo comunicó el semanario Proceso; refleja claramente que el Estado tiene las manos metidas en el caso ocurrido el 26 de septiembre, pero consideró que debido a la ideología y a sus estudiantes, como Lucio Cabañas y Genaro Vázquez, la Normal Rural Isidro Burgos es monitoreada permanentemente.
“Lo que pasó es que nos chingaron y lo que pasó a partir de ahí es que no estamos defendiendo por ese asesinato de tres compañeros y la desaparición de 43”, respondió Omar García tras la pregunta sobre la identificación de patrullas involucradas esa noche.
Agregó que todo sigue incierto y que es una burla lo que normalistas y familiares viven, no obstante afirmó que este suceso ha hecho que mucha gente comience a despertar.
Acerca de dicha noche y la implicación del Ejército denunció que el hecho de que no haya sido atendido su compañero herido, de vernos como los balaceaban y observar la desaparición de los 43 habla de que la fuerza castrense estaba encubriendo a alguien, siendo cómplice o definitivamente no le interesa ayudar a la población.
“Llegó y nos trató como delincuentes, nos culpó de cosas que no hicimos y hasta dijeron que nosotros nos lo habíamos buscado”.
García manifestó que el movimiento tiene un responsabilidad para cambiar el país, lograr su cometido y ayudar a que otros casos de desapariciones sean resueltos.
Respecto a las próximas elecciones expuso que no existen las condiciones para que se realicen y no pueden permitir que presenten a los “Guerreros Unidos”, a los “Rojos”, o a “Los Caballeros Templarios” para gobernar, lo que significa el PRI, PAN y el PRD.
“Sabemos como se las gastan los políticos, como se las gasta el Ejército, como llega a los grandes plantíos de amapolas a hacer tratos con los dueños de los cultivos”, aseveró que aunque se toque el tema de seguridad es un simple discurso.
Finalmente en relación con el pasado anuncio de la Secretaría de Educación Pública sobre el nuevo sistema educacional para las Normales advirtió que los cambios que se realicen serán realizados por los mismos normalistas, ya que el modelo del Estado sólo enseña a leer y escribir, “nosotros preferimos leer la realidad social que los libros de la SEP”, procuraremos que las escuelas rurales sigan siendo críticas, de lucha y que formen maestros con compromiso social.