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Nieta de la reina Isabel, se casa en el Castillo de Windsor

 Nieta de la reina Isabel, se casa en el Castillo de Windsor

La princesa Eugenia, nieta de la reina Isabel, se casó el viernes con Jack Brooksbank en el Castillo de Windsor, acompañados por celebridades y destacados miembros de la realeza como el príncipe Enrique y su esposa Meghan Markle, quienes celebraron su boda en el mismo lugar en mayo.

Eugenia, de 28 años e hija menor del tercer vástago de la reina, el príncipe Andrés, y su exesposa Sarah Ferguson, duquesa de York, contrajo matrimonio con Brooksbank, de 32 años, en la Capilla de San Jorge del castillo del siglo XV.

La boda se celebró en el mismo lugar en que se casaron este año Harry y Meghan, conocidos ahora como los duques de Sussex, quienes estaban entre los invitados.

La reina, de 92 años, y su esposo Felipe, de 97, que está retirado de los compromisos oficiales, estuvieron acompañados por otros miembros de la realeza y celebridades como las estrellas de Hollywood Liv Tyler y Demi Moore, las modelos Kate Moss y Naomi Campbell y la cantante Ellie Goulding.

Las invitadas tuvieron que sostener sus sombreros debido a un viento que amenazaba sus vestidos de boda, mientras un paje tropezó en las escaleras de ingreso a la capilla.

El vestido de Eugenia, de los diseñadores Peter Pilotto y Christopher De Vos, de la firma basada en Londres Peter Pilotto, tenía un escote en la espalda que revelaba cicatrices de una cirugía que debió realizarse a los 12 años para corregir una escoliosis.

“Es una forma bonita de homenajear a las personas que me cuidaron y una manera de apoyar a los jóvenes que también atraviesan esto”, dijo la princesa al programa “This Morning”, de ITV, antes de la boda.

“Esta busca ser una boda familiar”, dijo Andrés, el padre de la novia, a “This Morning”, que transmite el evento en vivo.

“Hay un poco más de gente de la que la mayoría tiene, hay algunos más de los que tuvo Enrique, pero esa es la naturaleza de Eugenia y Jack, tienen tantos amigos que necesitan una iglesia de ese tamaño para que entren todos”, agregó.

AUSENCIA DE CAMILA

Varios cientos de personas cantaron y saludaron a los novios afuera de Windsor, muchos menos que los miles que se reunieron en la ciudad para el casamiento de Enrique.

“Soy un verdadero monárquico”, dijo David Weeks, de 77 años, a Reuters. “Estuve aquí para el cumpleaños de 90 años de la reina. Estuve aquí para la boda de Enrique y Meghan, no me lo perdería, me encanta el clima”, agregó.

La hermana mayor de Eugenia, la princesa Beatriz, quien fue dama de honor, leyó un extracto de la novela de F.Scott Fitzgerald “El Gran Gatsby”, que la novia había leído después de conocer a su futuro marido en el centro de esquí suizo de Verbier en 2010.

“Un pasaje particular en el que Jay Gatsby es descrito le recordó inmediatamente a Jack”, dijo Conner. “Ella decidió que finalmente quería que Jack supiera cuánto esas palabras le recordaban a él”, agregó.

Una ausencia notable fue la de Camila, la duquesa de Cornwall, esposa del heredero al trono, el príncipe Carlos, debido a que tenía un compromiso en Escocia.

La princesa Carlota, de 3 años, hija del hermano mayor de Enrique, el príncipe Guillermo y su esposa Catalina, fue dama de honor y su hermano, el príncipe Jorge, de 5 años, fue paje.

Después del servicio, la pareja utilizó un carruaje abierto tirado por caballos para realizar una gira por Windsor antes de una recepción en el castillo, cuya anfitriona fue la reina.

Eugenia es directora de la galería de arte Hauser & Wirth de Londres, y Brooksbank es propietario de un negocio de vinos y es el gerente europeo de Casamigos Tequila, una firma cofundada por el actor estadounidense George Clooney.

La seguridad alrededor de Windsor fue reforzada, con chequeos parecidos a los de los aeropuertos y muchos policías. Como Eugenia no realiza tareas reales oficiales, los republicanos dijeron que estaba mal que la cuenta de seguridad estimada en 2 millones de libras (2,6 millones de dólares) fuera pagada por los contribuyentes.

En un artículo en el periódico Times, el analista Matthew Bell dijo que la magnificencia de la boda mostraba el deseo del príncipe Andrés de afianzar el estatus real de la familia.

“Cuando todo termine, Eugenia continuará viviendo con una identidad experimentada por una minoría reducida: como una princesa hecha y derecha a la que todos miran, envidiada y bajo escrutinio de todos”, escribió Bell.

Redaccion Diario de Palenque

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