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Cruzan migrantes a la fuerza el Río Suchiate

 Cruzan migrantes a la fuerza el Río Suchiate

Cientos de migrantes cruzaron el río Suchiate, fueron confinados primero en un playón del afluente y después caminando, custodiados por agentes federales, llevados a las instalaciones aduanales y migratorias de Ciudad Hidalgo, en donde sólo tardaron unos minutos y ante algunos disturbios, amenazas de amotinamiento y riesgos para ellos mismos y las autoridades, les abrieron las puertas para que siguieran su camino hacia Tapachula.
Se trata de integrantes de la segunda caravana de migrantes centroamericanos integrada por unas dos mil personas de Honduras y El Salvador, principalmente, quienes el domingo se enfrentaron con policías guatemaltecos y mexicanos en el puente internacional Rodolfo Robles y derivado de ello un hondureño perdió la vida.
Al igual que la primera caravana no aceptaron el ofrecimiento del gobierno mexicano para entrar en forma ordenada y segura, así como iniciar su proceso de regularización y en su caso de solicitud de asilo. “Sólo queremos pasar”, respondieron.
Ayer llegaron hasta el puente internacional en donde las autoridades migratorias mexicanas insistieron en que podrían ser recibidos en grupos de 50, iniciando con mujeres y niños, ante lo cual decidieron cruzar por el río.
Por el paso “El Cascajo” pasaron cientos de ellos caminando y nadando a pesar de la fuerte corriente, para llegar a un playón en las márgenes del afluente que sirve de línea divisoria entre México y Guatemala, en donde fueron rodeados por elementos de la Policía Federal y del Instituto Nacional de Migración que les impidió el paso.
Un helicóptero de la PFP sobrevolaba el río y la zona, mientras que los centroamericanos hacían el intento de pasar tomados de las manos para evitar que la corriente los arrastrara; dos estuvieron a punto de ahogarse, siendo rescatados por los mismos migrantes.
Personal de la Secretaría de Marina-Armada de México no intervino, sólo enviaban mensajes por alta voz, advirtiendo del riesgo que representaba ingresar ilegalmente a territorio nacional y cruzar por el río.
Con un altavoz, el comisionado del INM, Gerardo García Benavente, les pedía “hacer las cosas bien, ir a las oficinas migratorias e iniciar el proceso administrativo de solicitud de refugio e iniciar el proceso ante la Comisión Mexicana de Ayuda a Refugiados”.
“No los vamos a llevar a la cárcel, tampoco los vamos a deportar, sólo vamos a documentarlos y podrán estar en albergues de puertas abiertas”, les decía el funcionario y ante ello aceptaron organizarse e ingresar al país y bajo una fuerte custodia caminaron hasta las instalaciones aduanales y migratorias fronterizas en donde se iniciaría el procedimiento de documentación.
A los pocos minutos que ingresaron a ese lugar y tras nuevamente explicarles los procedimientos a seguir, la mayoría de los migrantes empezó a gritar y amenazaban con disturbios, por lo que las propias autoridades migratorias les abrieron las puertas para que siguieran su peregrinar hacia el norte del país.
“Nos querían retener, que nos viniéramos en buses, pero no, vamos a seguir caminando”, dijo Carlos Donis, de Villanueva, Guatemala, que se ha sumado a la segunda caravana.
Manuel de Jesús, de Honduras coincide con el chapín y menciona que les ofrecieron trasladarlos a un albergue de Tapachula e iniciar el proceso de refugio que tarda al menos 45 días, situación que no fue aceptada.
Hombres, mujeres y niños, incluyendo familias completas caminan sobre la carretera, aunque ayer no habían determinado aún en donde pasarían la noche.

Redaccion Diario de Palenque

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