Cancel Preloader

La inclinación de Peña ante Salinas

Las cámaras del Congreso de la Unión se han transfigurado en territorios vacíos, ausentes y sin ecos a pesar de que para eso están, para escuchar todos los sonidos, todos los clamores. Todos los vientos.

Diputados y senadores se ven perdidos y soslayan caminar por el camino que la República siempre les ha exigido transitar: el de la función del contrapeso constitucional. El del control político.

De repente de sus foros algún eco ruge. Pero son rugidos de leones viejos y desdentados, que a nadie sobresalta. Como este, que acaban de intentar los diputados que organizaron el Foro Sistema Electoral, Financiamiento de Campañas y Mecanismos de Control de Recursos Ilícitos en los Procesos Electorales 2018, en el que ha participado Héctor Marcos Díaz Santana, titular de la Fiscalía Especializada para la Atención de Delitos Electorales (Fepade).

Díaz Santana llegó como llegan los encubridores: haciéndose el occiso, el ciego, el sordo y hasta el mudo.

Cuando le preguntaban si tiene entre sus planes la Fepade de meterse hasta el fondo en el tema de la falsificación de firmas que protagonizaron los precandidatos independientes a la presidencia de la República Jaime El Bronco Rodríguez, Armando El Jaguar Ríos Piter y Margarita Zavala esposa del ex presidente Felipe Calderón, el titular de la Fiscalía de marras escurrió el bulto y se puso a tapar el sol con un dedo cuando dijo, en claro intento de encubrimiento de la Zavala, que “cualquier persona que cometa un delito electoral y que se compruebe podría ser sancionada”.

Ya desjarretaron a El Bronco por tramposo; ya también desjarretaron a El Jaguar. ¿Por qué a Margarita no, si también incurrió en una engañifa mayúscula con la presentación de más de 400 mil firmas falsas que además fueron puestas en la picota de la sospecha por el hecho de que provinieron del estado de México? Así lo denunció el cuarto precandidato, el único que, al parecer, no cometió la falsificación de firmas, el hijo de donde Pedro Ferriz, del mismo nombre.

En realidad esta farsa de las candidaturas independientes no ha concluido; y el Congreso mexicano sólo acierta al silencio forzado; un vacío lleno de murmullos, como aquellos que se han producido a partir del cumpleaños de Carlos Salinas de Gortari el pasado sábado. La fotografía que publicó el diario Reforma en la que está de copiloto Enrique Peña Nieto en una camioneta negra a punto de cruzar el umbral del sitio donde se realizó la fiesta, causaba furor en el pasillerío del Congreso de la Unión.

Ahora nadie parece dudar en el Congreso que Carlos Salinas de Gortari es “el jefe de jefes”.

Y parece ser la confirmación de un dato que soltó desde hace muchos años el ahora principal candidato opositor a la presidencia de México y enemigo jurado de Carlos Salinas de Gortari: el tabasqueño Andrés Manuel López Obrador. El dato de que Salinas es verdaderamente el jefe de una mafia política que mantiene secuestradas a todas las instituciones fundamentales de la República.

En los territorios del Congreso también llamó la atención que el poder de convocatoria de Salinas incluyese, además de Peña, al presidente de la Suprema Corte de Justicia de la Nación, Luis María Aguilar.

¿Cuáles serán los efectos de este encuentro con Salinas, en los ámbitos de las campañas electorales?, se preguntaban en el pasillerío.

¿Realmente Salinas y Peña se han distanciado? Desde que el actual presidente pidió la cancillería a Claudia Massieu, sobrina del ex presidente, para dársela a Luis Videgaray Caso, el rumor de que Peña y Salinas se estaban peleando hubo murmullos que llenaron las plazas políticas del país.

Después apareció como candidato del PRI el hijo del priísta Dionisio Meade, José Antonio, en tanto que por el PAN irrumpió, a punta de patadas y codazos, el ahora candidato Ricardo Anaya.

Peña impulsaba a Meade Kuribreña mientras que Salinas de Gortari insuflaba a Ricardo Anaya.

Enrique Peña Nieto vio amenazado a su candidato hace unas semanas, y desató los vientos alisios sobre la figura política de por sí envilecida de Ricardo Anaya. Y a pesar de que le dio una arrastrada de perro, de la que todavía no se repone el queretano con cara de niño tramposo, no logró ni derribarlo ni derrumbarlo. Y sigue Anaya, al parecer, un paso adelante de Meade en la pelea por el segundo lugar de las encuestas presidenciales.

Un segundo lugar que ha comenzado a provocar espanto en las filas del PAN y PRI, y presumiblemente en Peña y en el mismo Carlos Salinas de Gortari: Andrés Manuel López Obrador no sólo no baja en la apreciación positiva de la gente, sino que sube. Hay encuestas que ya le dan más de los 50 puntos de preferencia. Y hasta el 79 por ciento en cuanto a intención de voto.

Si esto se sostiene con esos números, será una verdadera catástrofe para Carlos Salinas de Gortari y para Enrique Peña Nieto; pero también para personajes no tan faustos de la historia nacional reciente, como Vicente Fox y Felipe Calderón Hinojosa, quien también juega en la elección con su esposa teniéndola como candidata presidencial independiente.

La visita de Peña Nieto a la fiesta de Salinas, con la orfandad política acometiéndole el rostro, abre la posibilidad de que muy pronto Meade Kuribreña renuncie para dejar el paso franco a Ricardo Anaya como candidato de todo ese grupo político en el poder que vaya en pos del, para muchos, inalcanzable Andrés Manuel López Obrador.

Sólo faltaría saber qué papel jugaría Margarita en los días próximos. Veremos.

Redaccion Diario de Palenque

Notas Relacionadas