Sacerdote de Catemaco ya había recibido amenazas
La última vez que se le vio al sacerdote, José Luis Sánchez, párroco de la iglesia “Los 12 Apóstoles”, en Catemaco, Veracruz, fue la tarde del jueves; para el viernes, varias personas lo buscaron en su casa, la puerta estaba abierta de manera violenta y sus cosas desordenadas.
Otros comenzaron a sonar las campanas de la iglesia para exigir su aparición con vida y un grupo más, encapuchado, avanzó hasta la Comisión Federal de Electricidad (CFE) donde, en días pasados, el párroco se había manifestado por el alza a las tarifas de energía eléctrica.
La diócesis de San Andrés Tuxtla señaló que en meses anteriores el sacerdote ya había recibido amenazas.
El ministro, Serafín Llano, dijo que recibieron “un mensaje de una persona anónima que más o menos sabía indicios de que por allá lo tenían, eso nos llevó a organizarlos y a salir en su búsqueda”.
Las protestas se incrementaron por parte de habitantes de Catemaco e integrantes de una organización denominada Gobierno Autónomo Indigenista; primero atacaron el Palacio Municipal.
Afuera, otro grupo prendió fuego a por lo menos una camioneta de la Policía Municipal y a una motocicleta.
Después, los manifestantes se dirigieron a la casa del presidente municipal, Jorge González Azamar, donde rompieron la puerta, causaron daños y sacaron pertenencias.
Más tarde, regresaron al centro de la ciudad donde continuaron causando destrozos en tiendas y restaurantes.
La policía pudo restablecer el control hasta la madrugada del domingo; oficinas, Secretarías, mobiliario y documentos resultaron afectados.
El domingo, cerca del mediodía, el fiscal del estado, Luis Ángel Bravo, y el gobernador interino, Flavino Ríos, confirmaron la liberación del sacerdote; vivo, pero golpeado.
El fiscal, Luis Ángel Bravo, dijo que el sacerdote presenta “algunas huellas de lesiones”.
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