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Trastornos alimenticios aumentan en menores

 Trastornos alimenticios aumentan en menores

Estos padecimientos alteran el peso, la conducta, su percepción personal y su relaciones con los que los rodean.

Los trastornos de la alimentación han sido un tema de salud muy recurrente, los estereotipos de belleza llevan a muchos hombres y mujeres a alimentarse de forma inadecuada, sin embargo, este problema, que hasta algunos años se daba más en adolescentes, está afectando ahora a un sector de la población de cada vez menor edad.

Cuando hablamos de trastornos alimenticios nos referimos a la alteración del peso, ya sea por incremento o disminución del mismo, además de los trastornos asociados con la imagen, donde los problemas psicológicos influyen en gran medida.

Si bien la bulimia y la anorexia son dos trastornos alimenticios comunes en nuestro país, de acuerdo a la nutrióloga Viviana Suarez Alfonso de la Clínica de Control de Peso “Esbéltica”, de esta ciudad, ahora el sobrepeso ha repuntado como el principal problema, en cuanto a la alimentación se refiere.

La especialista refiere como una de las principales causas las cuestiones laborales de las madres, quienes pasan más tiempo fuera de casa, “a los niños no se les atiende adecuadamente, la mayoría no llevan desayuno a la escuela y los desayunos que ofrecen las cooperativas es de muy poco valor nutritivo y con una fuerte carga de grasas”, expresa.

La falta de ejercicio es un factor de riesgo importante para incrementar nuestro peso y en los pequeños es más apremiante, pues apenas están desarrollándose y deberían estar plenos en su salud, no obstante Suárez Alfonso señala “hay niños que ya están teniendo problemas de obesidad de segundo grado, se han presentado casos de diabetes tipo 2 en jóvenes e hipertensión, que antes sólo se daban en adultos”.

Si bien los factores genéticos influyen para los trastornos de alimentación, el ámbito familiar juega un papel importante, pues ahí se generan tanto los buenos como malos hábitos con la comida; la nutrióloga también enfatiza que estos problemas no se relacionan con la situación económica de las familias, pues se da en todos los sectores de la población, es más bien, una cuestión de falta de orientación alimentaria.

Es importante una reorientación en materia de alimentación, se está promoviendo el plato del buen comer, una ilustración fácil de aprender, además debemos involucrar a toda la familia en la elaboración de las comidas, no solo dejársela a mamá; Los jóvenes también son responsables de su cuerpo, deben cambiar su estilo de vida, ejercitándose, comiendo saludable, evitar los refrescos y bebidas azucaradas y siempre procurar comer en casa”, concluye la nutrióloga Viviana Suarez Alonso.

El punto de vista psicológico

En entrevista para este medio, la psicóloga Elizabeth Mora Villalba, Coordinadora del Programa de Protección a la Infancia, del Sistema para el Desarrollo Integral de la Familia (DIF) de Palenque, determinó que existen varios factores que han promovido los trastornos alimenticios en la población cada vez más joven.

Mora Villalba comenta: “Son muchos elementos que pueden llevar a un trastorno alimentario, hay causa psicológicas, como la baja autoestima, falta de afecto o compresión de los padres; sociales, tales como los estereotipos de belleza y quererse ver delgados; y los problemas en el vínculo familiar, que llevan a la depresión, la ira y la ansiedad”.

La familia siempre será un punto de equilibrio, sin embargo, la falta de tiempo y atención de los padres ha incrementado el riesgo para los menores, al no tener un control de alimentos y de tener todo en exceso, por la mala creencia de que al comer mucho se está bien nutrido y no tener una dieta balanceada y en las porciones adecuadas.

La psicóloga recomienda a los padres “poner más atención en lo que sus hijos consumen, estar pendientes de cómo se sienten y ganarse su confianza, para de esta forma puedan percatarse de que algo anda mal, pues los problemas alimentarios se derivan siempre de problemas emocionales”.

Por último, en caso de detectar algún trastorno de alimentación en algún menor de la familia, Mora Villalba pide a los padres, acudir a un especialista, como un nutriólogo y en caso de que no esté a su alcance, acudir a instancias como el DIF, donde también se le puede otorgar la orientación psicológica para el caso.

TL

Redaccion Diario de Palenque

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