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Museo Británico revela edad

 Museo Británico revela edad

El Museo Británico presenta una nueva exposición sobre la vida de ocho momias de Egipto y Sudán de hasta tres mil años de antigüedad, y cuyos cuerpos fueron embalsamados o conservados de manera natural.

“La más joven de estas momias tenía apenas dos años de edad, algunas otras murieron después de los 20 o 30 años. Es difícil establecer la edad, pero en general la gente moría muy joven” en el Antiguo Egipto, afirmó el curador de la exposición Mark Taylor.

Uno de los descubrimientos más sorprendentes es el de una niña embalsamada conocida como Tjayasetimu, quien falleció en el Año 800 AC cuando tenía entre siete y nueve años de edad.

“Creemos que tenía siete años cuando murió y está increíblemente bien conservada. Su cara es reconocible, puedes ver su cabello. Era muy raro que los niños del Antiguo Egipto fueran momificados, así que tal vez provenía de una familia influyente que podía darse el lujo de pagar el largo proceso de momificación”, que era de 70 días, explicó Taylor.

El museo utilizó las últimas tecnologías de Tomografía Computarizada (CT) para fotografiar los cuerpos de las momias y determinar su edad, de qué murieron, si habían sido enterradas con amuletos, qué enfermedades padecían y a qué se dedicaban.

Originalmente, los académicos pensaban que Tjayasetimu era una mujer madura, pero el escáner reveló que tenía dientes de leche y que su largo cabello aún se encuentra intacto debajo de los vendajes.

Los jeroglíficos inscritos en el hermoso cofre apuntan a que en vida la niña era la cantante de un templo.

“Fue sorprendente encontrar que una niña de esa edad ya estaba trabajando en un templo como cantante, que era una posición de responsabilidad, así que pudo haber tenido educación musical y tal vez vivía en el templo con otras niñas”, explicó Taylor.

La exposición “Ancient Lives”, que abrirá al público el 22 de mayo, arrojó a la luz el verdadero sexo de una momia que durante años se pensó que era una mujer porque estaba colocada dentro de un féretro femenino.

“Una momia que pensábamos que era mujer, resultó ser hombre. Además, al hacer el escáner encontramos que dejaron una herramienta de embalsamamiento dentro de la cabeza de la momia, lo cual es una rareza”, aseguró el egiptólogo y autor de varios libros sobre el Antiguo Egipto.

La momia más antigua de la colección del Museo Británico es la de un hombre del pueblo egipcio de Gebelein, que yace en posición fetal. El hombre vivió antes de la época de los Faraones (4400 a 3100 AC) y su cuerpo fue conservado naturalmente en la caliente arena del desierto.

Otra momia egipcia es Tamut, que era la hija de un sacerdote de alto rango del Templo de Karnak en Tebas, que vivió 900 años antes de Cristo. En su entierro se encuentran amuletos que según la creencia antigua tenían poderes mágicos para garantizar la vida eterna.

La momia más joven es la de un niño de entre dos y tres años de edad de la era romana del siglo 1 DC que está postrado dentro de un hermoso féretro junto a un pequeño caballito de madera.

En la última sala de la muestra se puede observar una mujer momificada de manera natural que perteneció a una comunidad cristiana de Sudán del año 700 DC, cuyo cuerpo está tan bien conservado que se puede distinguir un tatuaje en una de sus piernas.

El escáner de la momia evidenció un tatuaje con el símbolo del arcángel Miguel, santo patrón de Sudán. El cuerpo que muestra los detalles de su cara y pies recubiertos con telas fue descubierto en un sencillo funeral sin amuletos, objetos, ni inscripciones.

Los estudios computarizados arrojaron que los antiguos egipcios no gozaban de excelente salud, algunos de ellos muestran abscesos dentales, caries, arterias recubiertas de grasa, y arteriosclerosis.

Taylor explicó que los estudios resaltan que la expectativa de vida era muy baja en el Antiguo Egipto y “no necesariamente gozaban de mejor salud” que el hombre moderno.

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