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Cosas que NO deberías ponerle a la pizza

 Cosas que NO deberías ponerle a la pizza

La mayoría nos repugnan, y unos pocos los disfrutamos con la vergüenza y la culpabilidad de quien sabe que eso no está bien, pero le gusta. Para comentar algunas de estas maravillas, reclutamos a dos italianos residentes en España: Anna Mayer, que imparte talleres de pizza y es autora del blog gastronómico Panepanna, y Marco Bozzer, periodista italiano especializado en gastronomía.
1. Patatas fritas
Hidratos fritos sobre la pizza, qué gran idea. Marco Bozzer nos informa de que este engendro vuelve locos a los adolescentes italianos. “Muchos pizzeros napoletanos, para no verse obligados a prepararla, se queman adrede el brazo dentro el horno de leña”. “Mira que se puede hacer una pizza sencilla, rica e incluso tradicional con patatas en láminas finas, que se cuecen directamente en el horno”, añade Anna Mayer. “Con patatas fritas no lo entiendo, de verdad. Multiplicas el trabajo (las patatas habrá que freírlas) y las calorías. ¿Para qué?”
2. Plátano, chocolate, nubes y dulce de leche
Si eres drogadicto, te has fumado 25 porros y tienes unos munchies que te comerías a tu madre untada en leche condensada, esta pizza es correcta. Si no, no. Marco no ha vuelto a dormir desde que la vio. “Esto aporta tantas vitaminas, proteinas y azucares que no hace falta comer nada más durante meses. Yo añadiría otras frutas, por aquello de la salud”.
3. Lechuga
La ensalada es la ensalada. La pizza es la pizza. De estas dos incontestables verdades universales se podría deducir que convertir una cosa en la otra no es la mejor idea. Con lo sencillo que es ponérsela aparte, oiga. En cambio Marco, después de observar mucho tiempo esta obra maestra del horno de leña, ha terminado por ver en la lechuga el ingrediente perfecto de todas las falsas pizzas. “Si la echas encima, se puede ocultar toda la grasa y la fealdad de los ingredientes que están abajo”.
4. Piña
Sin duda, el ingrediente más polémico de esta lista. El mundo se divide entre las personas a las que le gusta y las que no. Yo me encuentro en este segundo grupo, hasta el punto de haber mantenido agrias discusiones y violentos enfrentamientos con ciertas personas de mi entorno que pertenecen al primero. Veamos lo que dicen los italianos. “La pizza hawaiana (jamón + piña) es el mayor crimen contra la humanidad pizzera ya que no es sólo cosa de un pobre loco aislado, se encuentra en cualquier país (menos Italia) e incluso es considerada una pizza clásica. Cuando se cruzó en mi vida por primera vez, en Irlanda en 1992, no daba crédito. Como italiana en el extranjero ha sido una buena forma de irme curtiendo, después de eso ya las carbonaras con nata me parecían incluso aceptables”, declara Anna Mayer. Marco es más escueto pero igual de claro, y cree que “mirando atentamente la cara de los trozos de piña se puede leer claramente su expresión, como si dijeran: ‘¿Qué pinto yo aquí?'”.
5. Huevos cocidos
No, no y no. El huevo cocido es innecesario en una pizza. No queda bien, no sabe bien, y a la que te pasas un poco con el horno se le pone un color verdoso repulsivo. Sin querer herir a nadie, Marco cree que “esta composición, muy Mirò, se merece el mismo destino de un cuadro del pintor catalán: dejarla secar”.

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